Las civilizaciones antiguas consideraron que el planeta que habitamos era un ser vivo, una deidad a la que había que respetar y cuidar. Hoy, lejos de esa mentalidad “primitiva”, hemos abusado y explotado sin consideración los recursos que nos ofrece la Tierra.
Ahora, cuando nos afanamos por encontrar podemos de sostenibilidad y resiliencia, conviene volver de nuevo la mirada a nuestra propia casa, y ver todos los ejemplos sostenibles, eficaces y resilientes que ofrece incansablemente nuestra Madre Tierra.
Charla en conmemoración de la celebración del Día Mundial de la Madre Tierra