La Plaza de Oriente es el sitio de Madrid donde hay más estatuas de reyes. En realidad, no hay tantas estatuas de reyes juntas en ningún otro sitio del mundo. El caso es que estaban destinadas a ir colocadas en la fachada de un edificio, el del Palacio Real (estas y algunas otras que están dispersas en otros lugares), y terminaron en el suelo por culpa de una pesadilla. Esta sí que es una historia. Y madrileña cien por cien.

Casi todos los reyes de la monarquía hispana fueron representados en piedra caliza con más de dos metros y medio de altura cada uno. Fueron ideados en su origen para situarse en las cornisas del Palacio Real. La madre de Carlos III, Isabel de Farnesio, soñó que un terremoto las tiraba y aplastaban a la familia real. Por la mañana, se levantó y las desterró a vivir en el suelo, como los demás plebeyos.

En la plaza podemos visitar a veinte de los noventa y cuatro reyes que se contabilizaron en el siglo XVIII (según otras fuentes había 108). Están colocados en dos filas que cruzan la plaza en dirección este-oeste, a ambos lados de los jardines situados en el centro. Son cinco reyes visigodos y quince reyes de los primeros reinos cristianos del comienzo de la Reconquista, aunque popularmente se les llama a todos «los reyes godos».

La serie original de estatuas fue encargada durante el reinado de Fernando VI para decorar el Palacio Real de Madrid y se esculpieron entre 1750 y 1753. Fray Martín Sarmiento había preparado la lista de todos los reyes: eran 14 para las esquinas más 94 para la cornisa. Los Borbones acababan de llegar como quien dice a España y este encargo permitía materializar un símbolo de legitimación para la nueva dinastía. Se pretendía que todas las figuras adornaran la cornisa superior del edificio, pero nunca llegaron a estar en conjunto en los cielos de Madrid, y todo por culpa de aquel sueño profético. O tal vez, nadie tuvo un sueño y es una leyenda urbana, y lo que sucedió es que los cálculos hacían dudar de que la cubierta aguantase el peso total. La verdad es que 94 reyes lanzándose hacia el suelo a la vez son muchos reyes.

El grupo inicial incluía a reyes visigodos, de Asturias, León, Aragón, Portugal, Navarra, Castilla, Galicia e incluso América, además de algunos emperadores romanos. Hemos de tener en cuenta que el territorio que hoy es español no se convirtió en España hasta el siglo XV, con los Reyes Católicos, y que durante su reinado y los posteriores, España abarcó una extensión muy superior a la actual.

El resultado final de esta iniciativa artística e histórica fue que las estatuas se repartieron por distintos lugares en distintos momentos. En 1787, se perdieron algunas y se duplicaron otras. En Madrid, hay estatuas de esta serie no solo en la Plaza de Oriente, sino también en el Parque del Retiro y en los Jardines Sabatini. Hay muchas en el interior del Palacio Real y en sus fachadas. Algunos de los reyes viajaron a otras ciudades, como Pamplona, Burgos, Vitoria, Aranjuez, Ronda o El Ferrol. También hubo algunas en Logroño, que fueron destruidos durante la República, y algunas más en otras ciudades.

Para hacer tal barbaridad de estatuas en tan poco tiempo, se contó con un importante equipo de artistas dirigidos por los escultores de la corte Juan Domingo Olivieri y Felipe de Castro, y se elaboraron en distintos talleres de Madrid. Algunos de estos reyes hoy están localizados; sobre otros hay dudas de identificación.

Hay ocho en la balaustrada de la fachada este del Palacio Real, que, curiosamente, están mal colocados, porque la basa corresponde a un rey y la figura es de otro distinto. Actualmente son: Juan I (sobre la basa de Teodorico); Alfonso XI (sobre la de Eurico); Alarico (que está encima de la basa de Leovigildo); Recaredo II (sobre la basa de Recaredo I); Ervigio (situado sobre la basa de de Liuva II); y Teodoredo (encima de la basa de Witerico). También aparecen Felipe III (situado en la basa de Recesvinto) y Sancho Ramírez (sobre la basa de Wamba). Esto que parece un juego de piezas intercambiables es el estado actual en esta fachada.

Hay trece estatuas más en el piso principal, donde además se ve que falta una estatua, que desapareció con la ampliación del Palacio Real. Requiario está sobre la basa de Garci Fernández (que está en Burgos, como es natural); Teodomiro está sobre la basa de Requiario; hay un rey godo no identificado que está sobre la basa de Teodomiro en la balaustrada sur. En la fachada norte, Bermudo I el Diácono está sobre la basa de San Millán de la Cogolla (que está actualmente en Burgos). Además, sobre su propia basa están Moctezuma, Atahualpa, Sancho III el Mayor, Sancho VII el Fuerte, Ramiro II el Monje, Santiago Apóstol (patrón de España), Jaime I el Conquistador, Alfonso I de Portugal y Juan V de Portugal.

En el ático de la fachada sur hay cuatro estatuas: Felipe V, Fernando VI (esta es una copia de la que existe en San Fernando de Henares y no pertenece al grupo que se esculpió en el siglo XVIII), Bárbara de Braganza y María Luisa de Saboya.

En el Patio del Príncipe del Palacio, hay cuatro estatuas de cuatro emperadores romanos de origen hispano: Trajano, Arcadio, Honorio y Teodosio.

En los jardines de Sabatini, encontramos ocho estatuas más, cuatro a cada lado del estanque, que fueron restauradas y colocadas aquí en el siglo XX: Alfonso X el Sabio, Jaime el Conquistador (habría que preguntarse por qué aparecía también en el grupo de trece del piso principal por si fuera un error de identificación en alguno de los dos casos), Alfonso VIII de Castilla, Alfonso VI de Castilla, Felipe II, Fernando II de Aragón y V de Castilla, Isabel la Católica y Fernando III el Santo.

En la Plaza de Oriente, los veinte reyes colocados en dos hileras de 10, cada una de ellas con cinco grupos de a dos son: Ataúlfo, Eurico, Leovigildo, Suintila, Wamba, don Pelayo, Alfonso I, Íñigo Arista de Pamplona, Alfonso II de Asturias, Ramiro I de Asturias, Ordoño I de Asturias, Wilfredo el Velloso, Alfonso III de Asturias, Ordoño II de León, Ramiro II de León, Fernán González de Castilla, Alfonso V de León, Ramiro I de Aragón, Sancha I de León y Fernando I de León y Castilla.

En el Paseo de las Estatuas del Retiro fueron a parar catorce: Fernando IV de León y Castilla, Enrique II de Castilla, García I de León, doña Urraca, doña Berenguela, Sancho IV, un pedestal vacío (misterio), Sancho IV el Bravo, rey de Castilla (curioso, los pedestales 6 y 8 parecen aludir al mismo rey, por la fecha y su ordinal, aunque las figuras son distintas), Alfonso I de Aragón, Chintila, Ramón Berenguer IV, Carlos II, Carlos I de España y V de Alemania y Gundemaro.

Hay seis estatuas más en el Museo del Ejército, que estuvo en Madrid y ahora está en Toledo; dos reyes astur-leoneses sin identificar, Felipe IV, Luis I, Agila y Witerico.

A pesar de las dificultades de identificación de las estatuas, no dejan de ser muchas. Muchos reyes y la mayoría de ellos en Madrid, su hogar natural. Como el de todos los madrileños, los de de nacimiento y los de adopción.

E. M.

IMÁGENES
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/22/Isabel_I_de_Castilla-1504.jpg
Basilio, CC BY-SA 3.0 , via Wikimedia Commons
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/c9/Royal_Palace_of_Madrid-the_4_Goths_kings.jpg
Basilio, CC BY-SA 3.0 , via Wikimedia Commons

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