¿Hay algo más madrileño que un chotis? ¿Hay un título que muestre más claramente cuál es la ciudad protagonista que el que se llama «Madrid»? Pues sí, el chotis Madrid viene sonando desde 1948 llevando el nombre de la capital española por todo el mundo. Su compositor, Agustín Lara, no era madrileño. Era mexicano, y aun así, el habla castiza se refleja en su letra. Hoy, como siempre, este chotis, llamándose Madrid, sigue ocupando un lugar preferente, pues después de más de setenta años ha demostrado que ha superado la barrera del tiempo.
Muchos cantantes interpretaron Madrid, pero la primera fue la cantante Esmeralda en una emisora de radio de México. En seguida, tomó el relevo la cantante mexicana Ana María González, que fue la encargada de darla a conocer en España, primero en Radio Madrid y después durante las fiestas de San Isidro de aquel mismo año. Posteriormente, han sido innumerables las versiones y los cantantes que han acrecentado la fama de la canción. Aunque hay que reconocer que con organillo suena más madrileño.
Agustín Lara, conocido así porque su nombre completo era impronunciable (Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino) nació en Veracruz (México) con el comienzo del siglo XX, y registró más de setecientas canciones, entre ellas, pasodobles y boleros. Conocido también con los sobrenombres de El flaco de oro y El músico poeta, su fama siempre traspasó las fronteras de su país, llegando a otros países de Hispanoamérica y a España. Los cantantes célebres que interpretaron sus composiciones se cuentan por docenas, desde Frank Sinatra a María Dolores Pradera, desde Nat King Cole a Luz Casal.
El chotis Madrid dice así:
Cuando llegues a Madrid, chulona mía
voy a hacerte emperatriz de Lavapiés;
y alfombrarte con claveles la Gran Vía,
y a bañarte con vinillo de Jerez.
En Chicote, un agasajo postinero
con la crema de la intelectualidad
y la gracia de un piropo retrechero
más castizo que la calle de Alcalá.
Madrid, Madrid, Madrid,
pedazo de la España en que nací
por algo te hizo Dios
la cuna del requiebro y del chotis.
Madrid, Madrid, Madrid,
en México se piensa mucho en ti
por el sabor que tienen tus verbenas
por tantas cosas buenas
que soñamos desde aquí;
y vas a ver lo que es canela fina
y armar la tremolina
cuando llegues a Madrid.
Y así, con este poderío tan castizo, capaz de alfombrar de claveles la Gran Vía y de hacernos sentir emperatrices en Lavapiés, aceptamos de buen grado el piropo retrechero en la cuna del requiebro y repetimos con energía castiza: Madrid, Madrid, Madrid.
E. M.
IMÁGENES
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Javier Pérez Montes / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)
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